11 de septiembre de 2009

Epi o la elegancia de un alero fino y la ingratitud de una despedida impropia.


Epifanio Fernández Berridi ,Epi, nació en San Sebastián en el año 1919 y fue calificado por su propio padre como “Harina fina”, ya que de profesión era panadero. Fue uno de los integrantes de la “delantera eléctrica” o "delantera del terror" en su banda derecha ,siendo uno de los mejores extremos de la historia. Comenzó a jugar en el Vasconia para pasar después a la Real Sociedad. Cuando llegó al Valencia ganó la Copa de España en su primera temporada y fue internacional en 15 ocasiones. Rápido, elegante, atléticamente bien formado, dotado de un “dribling” excelente y de una apreciable potencia de tiro, en él se conjugaban todas las virtudes clásicas de un alero a la inglesa con una inspiración y rapidez de reflejos muy latina. Era un jugador, en suma, brillante y espléndido en ocasiones, que ocupó un primerisimo plano durante muchas temporadas. Su corrección en el campo era, por lo demás, admirable, actuando siempre con una caballerosidad que le hicieron conquistar el respeto de todos los públicos, ganados ya por sus cualidades técnicas.
En la temporada 1948 – 49 ,que había sido maravillosa para el equipo por haber sido subcampeones de Liga y campeones de Copa con un gol del propio Epi, el jugador marchó con la selección nacional durante una semana para jugar en Dublín y París. A su regreso se marchó directamente a San Sebastián con los también valencianistas Eizaguirre e Igoa. Como la Peña Deportiva Valencianista organizó un homenaje para sus cinco internacionales de entonces en el que Epi no apareció fue muy criticado en la ciudad ya que su decisión había sido poco antes la de quedarse a jugar en la Real Sociedad. Este hecho causó gran escándalo en la época pues le unía un contrato al Valencia pero Epi ya nunca regresó y el Valencia accedió a darle la baja. Incluso realizó declaraciones difamatorias de las que se arrepintió pero sin duda el Valencia no se mereció ese trato en su despedida. No en vano manifestó: ” Yo soy de la Real, es mi equipo, aunque me consagré en el Valencia, pero Donostia es mi tierra. Me retiré porque me sentía un poco viejo y acerté en mi decisión irrevocable. No puedo, ni debo quejarme, el fútbol me lo dio todo”.